lunes, 25 de julio de 2016

Juego de Tronos, 6ª temporada: emocional, bazófica, barata... y sin fuste.


La 6ª temporada ha colmado el vaso.



Vi los tres primeros capítulos y no me gustaron... «¡vaya serie más bazófica y barata!», exclamé para mis adentros... y dejé de verla.

Pero cuando se emitieron los diez capítulos quise verlos seguidos, a ver si me desdecía... medio ilusionado medio escéptico ante la información que iba a recibir, pues la sexta temporada sobrepasa en mucho los acontecimientos narrados en la saga literaria.

Vi la temporada... ea... mi opinión final es la misma que tras los tres primeros capítulos: bazófica y barata... algún pequeño subidón emocional y poco más... muchas escenas baratas y unas cuantas impactantes.

Sin embargo, no es más que una serie, aunque sea la adaptación de esa fantástica saga titulada Canción de Hielo y Fuego , por lo que prefiero tomármelo con humor.

De manera que he optado por analizar unas cuantas incongruencias de la serie que le confieren tal incoherencia que, en mi humilde opinión, la convierten en una serie barata, precipitada, previsible, que no se basa en un guión adecuado y coherente, sino un guión que resuelve las tramas a la virulé, lo que conlleva que el montaje se lleve a cabo de manera lamentable.

No obstante, antes de adentrarme en el análisis, quiero decir sinceramente que la serie se mantiene por su espectacularidad, por los momentos emocionales en los que se ven envueltos los personajes principales y, por supuesto, por el Hielo y por el Fuego. Sí, cualquier capítulo en que aparezca un Otro o un Dragón puede ser un gran capítulo... hasta ese punto puede enganchar la serie... a la peña le triunfa.

Y quiero añadir que en la sexta temporada la mayoría de las escenas son bazóficas, siguen la línea de ahorro marcada en las temporadas precedentes. Guionistas y productores son capaces de desenhebrar la historia a su antojo, con el único propósito de ventilar mucha de la trama con metraje barato en el que aparezcan dos o tres personajes charlando, a poder ser en un escenario cerrado.

Uno de los ejemplos más claros de ahorro económico se encuentra en la temporada anterior, cuando Sansa es unida a Ramsay por un guión que no tiene en cuenta que la trama de la serie nos ha mostrado que una Stark nunca podría llevarse bien con un Lannister, un Bolton, o un Frey, al igual que un Bolton jamás podría confiar en una Stark... la Boda Roja no se olvida, porque el Norte recuerda... sólo hay un camino para el Norte: elegir entre Bolton o Stark.

Obviamente, en la saga literaria no ocurre de esta manera, Sansa y Ramsay se mantienen a una distancia considerable, jamás se han visto...

Pero aparto la saga, la dejo de lado. La premisa del análisis será no comparar la serie con la saga literaria. Me centraré en las historias y cuestiones de estos últimos diez capítulos emitidos en 2016.

Vayamos con el análisis.

Winter is coming. Al final de la 5ª temporada, una de las líneas argumentativas de la serie, la de la familia Baratheon, quedaba destruida y finiquitada, incluso la hija, Shireen. A eso es a lo que voy, Winter is coming, por ello Shireen muere, porque el ejército de su padre estaba atrapado y no podría avanzar por el Invierno. La serie ya sacó el cuervo blanco en Desembarco del Rey. Por tanto se acepta que están en Invierno. Por lo sucedido con Shireen queda patente que en el Norte hace un frío del carajo y hay que tomar sopa de ajo... y más madera que es la guerra y la única opción es derretir la nieve... nieve, nieve, nieve, nieve.

No obstante, el Invierno tiene sus ventajas, la altura de la nieve sirve de colchón para que Sansa y Theon logren escapar de Invernalia... no sufren daños en la caída, corren hasta el río, lo vadean en una gran escena de Theon, que atraviesa el agua moviendo la cabeza como si fuera un pato, tras lo cual, se cobijan esperando despistar a los perros... a partir de este momento el Invierno se toma un descansito para que Theon el Calamar se pille un caballo y llegue tranquilamente a la costa oeste para embarcarse hacia sus islas natales, podría decirse que se le da bien la semana... sí, no tiene nada que echarse a la boca, el paso del caballo sería lento a causa de la nieve y, lo más importante, las noches a la interperie serían brutalmente heladas... mucho Invierno, mucho Hielo.

Lo mismo que a Theon le ocurriría a Sansa, Brienne y Podrick, tendrían que acampar al raso todas las noches de su viaje al muro, y serían más de cuatro o cinco. En resumen: Winter mató a Shireen. Pero a los protagonistas el Invierno les concede un respiro... hasta da la sensación de que son teletransportados por unos vientos favorables que no descansan entre capítulo y capítulo... en una palabra, los protas que tienen guión obtienen sus ventajas... ventajas sin fuste, pero ventajas.

Me detendré en la clamorosa ventaja de las hermanas Arena, de Dorne. Trystane Martell ha quedado viudo del amor de Myrcella, a quien acompañaba en el viaje de regreso a Desembarco del Rey con la intención de quedarse y formar parte del Consejo del Rey. De pronto dos hermanas Arena aparecen en su barco, cuando parece evidente que sigue en Desembarco del Rey... ¿cómo han subido las dos hermanas a bordo?, ¿no acabaron la temporada pasada en el muelle con la viuda de Oberyn, Ellaria Arena?

Se trata de la ventaja del teletransporte.

Otra ventaja clásica que una serie de acción no puede desaprobechar es la de las muertes y las heridas. Las hermanas dornienses también gozan de esta ventaja.

Están en escena el príncipe de Dorne, Doran Martell, con su guardaespaldas Areo Hotah, Ellaria Arena y una de sus hijas. Llega un mensajero y antes de que Areo pueda darse cuenta recibe una puñalada en la espalda... y por la sóla fuera del brazo de una dorniense, por una puñalada misteriosa y llena de amor y de justicia, el grandullón Areo, sin dos estertores siguiera, cae al suelo, ya está muerto... de esta manera tan barata resuelven la muerte de un personaje imponente, que le vaciló a Jaime Lannister, pues se podría haber enfrentado a él incluso en sus mejores tiempos. Ahí está Areo, cayendo en silencio, no ha tenido aliento ni para girarse a ver la cara de su asesina... ¡tan letal fue la puñalada!, ¡tan cargada de las ventajas con que son obsequiados los supervivientes!

Ya puestos a denostar a un personaje, a Areo le podían haber puesto un cartelito en la armadura que dijera: «no se preocupen por mí, ellas son más atractivas», o que pusiera: «ellas son chochos, y por tanto sus tetas siempre serán un reclamo, mi polla es más cara de ver», o que, con una etiqueta que se les hubiera olvidado quitar a los de producción, señalara abiertamente: «éste es el clásico personaje de color negro que tiene que morir antes o después, háganlo gastando poca pasta y menos metraje».

Por supuesto Doran, pese a ser apuñalado en el corazón, todavía alcanza a preguntar por su hijo. Areo ya está muerto, no lo puede defender. Un par de frases de Ellaria Arena, un par de planos de los guardias de Dorne, y aquí paz y después gloria. La siguiente escena es la del asesinato del hijo de Doran, el viudo de Myrcella, escena que convierte a la familia Arena en clara candidata para sobrevivir una temporada más.

Toda la trama de los Martell resuelta en el primer capítulo... aunque luego el guión se olvida de las Arena y no se conoce nada de su política hasta el último episodio... ea... bueno, también podría decir: ¡los guionistas se han lucido con la trama de Dorne, es vibrante y apasionante!

Lo mismo que con Areo ocurre con lord Roose Bolton. Roose es el Guardían del Norte porque es un tío duro, pero además es un tipo que no bebe alcohol, no prueba el vino ni la cerveza, sin embargo, pese a toda su lucidez y constante alerta, recibe una puñalada, sólo una, y se queda con cara de sorprendido, no es capaz de soltar una frase de odio o de alegría, una mínima reacción... ¡tan letal fue la puñalada!, ¡al punto de rajarle el corazón le desgarró tráquea y pulmón, y así el aliento expiró sin apenas modificar su expresión!

Efectivamente, el parricidio se resuelve con una escena barata, dos testigos se suman a los imprescindibles Bolton y ale, un personaje crucial sacado del mapa en un plis plas. La temporada es de lord Ramsay.

Lo que me lleva al punto común de la incoherencia. El guión se reduce a que los que tienen que morir son fáciles de matar. Cualquier tipo de muerte vale para quitarse de encima un personaje que se ha quedado sin historia.

Por contra, los que no tienen que morir son difíciles de matar. Esta temporada se evidencia con Arya y su enfrentamiento final con la niña sin rostro, resuelto con una escena tan barata que no se ve, porque transcurre a oscuras, porque así no tienen que rodar nada y, ¿qué hay más barato que no rodar?

Prefieren ir resolviéndolo poco a poco, usando mucho metraje en mostrar que el aprendizaje es duro y la maestra demasiado exigente, hasta que Arya quebranta las reglas y la maestra no puede tolerarlo, debe matarla. Jaqen le da su consentimiento, pero también le ordena que la mate sin que sufra. Por el contrario, la Mujer Sin Rostro le pega un tajo cerca del torso, la coge de los pelos y en lugar de rajarle el cuello, sin sentimentalismos, de manera profesional y rauda, al estilo Hombres Sin Rostro, se entretiene en pegarle unas puñaladas en el vientre, ¡como si quisiera hacer carne picada!

Es evidente, Arya es una protagonista. Tiene sus ventajas. Le quedan energías y sangre suficientes para lanzarse al canal y, buceando, desaparecer de la vista de su perseguidora, también llamada Terminator NoOne, por su forma de correr... la cuestión es abaratar: una protagonista, una enemiga y poco más.

Con Arya también se observa la ventaja del teletransporte. En el último capítulo le da tiempo de recuperarse en el viaje, desembarcar en la costa de los Siete Reinos, llegar a los Gemelos, meterse en la cocina como sirvienta, saludar a Jaime y Bron, matar a los dos hijos de Walder y hacer una empanada con ellos, por último, como si todo esto hubiera sido un plis, se queda a solas con lord Frey y se lo carga, nadie la ve, porque, claro, como ella es nadie, pues el castillo se queda vacío... o mejor, como ella aprende a mentir y le dice a la actriz de teatro lady Crane que se va a ir a Asahai, pues el espectador piensa que no va a los Siete Reinos, sino que continuará su expedición, por lo que el guión debe ser lo contrario, que aparezca en la siguiente escena en los Gemelos, como si fuera fácil llegar con todo el cisco de Aguasdulces, como si los Frey no estuvieran alerta a todos los que entran y salen de sus aposentos, pero pum, el caso es que Arya es una nadie con derecho a Invernalia, y por tanto es una protagonista, y debe disfrutar de las ventajas que ello conlleva.

Otro ejemplo de esta clase se observa en lo que escribieron los guionistas sobre el cambio de Rey entre los Greyjoy. Euron, en su presentación, aparece como un tipo temerario, se la juega en un puente oscilante, es de las pocas escenas que está resuelta de manera barata con brillantez, la solucionan con dos personajes y, encima, les queda bien. Aunque tiraron a lo fácil con el diálogo extraído de la Odisea, en el que Odiseo/Ulises narra que le atan al mástil de la nave y los marineros se tapan los oídos para no escuchar cierto canto... ea.

La trama de los Greyjoy no mejora con la escena de la Asamblea... es como si en las Islas del Hierro vivieran cuatro gatos y no dispusieran de un mal lugar sagrado al que todos puedan acudir para elegir Rey... como si los Hijos del Hierro vieran adecuado realizar la Asamblea para elegir Rey en un descampado... el resultado de la Asamblea es encumbrar a Euron como nuevo Rey, en el ínterin ha quedado claro que Euron ha ido allí con un par de huevos y sin tripulación, no dice que tiene barcos, ni algo importante o mágico que ha conseguido en sus viajes, o alguna sabiduría especial, no... tan solo quiere construir más barcos para casarse con la Reina de los Dragones. ¿?¿?¿?

Y, ¡ale!, la peña lo acepta como Rey. Pero entonces, ¿cómo llegó al puente y se situó frente a su hermano Balon?, ¿volando? La respuesta parece obvia: fue la tormenta quien lo teletransportó hasta allí.

Menuda manera barata de resolver un acontecimiento primordial.

Pero claro, los guionistas son muy listos y le dan un giro. Theon y Yara Greyjoy se piran con los barcos disponibles a la sazón y los ponen a disposición de la reina Dragón por ellos mismos, con intención de derrocar a su tío Euron. ¡Guau, cuántas aventuras y cuánta acción para los Hijos del Hierro! ¡Los viajes de Theon y Yara fueron trepidantes! A ver, ¿qué les pasó? ¡Buf, emoción en estado puro, se detuvieron en un burdel y bebieron cerveza! Luego, ya, hablaron con la Madre de Dragones... casi muero a causa de la tensión y la intriga de esta trama.

Por otro lado está la trama de Jorah Mormont y Daario Naharis. También es barata, con metraje resuelto con pocos personajes y pocos extras. Pero tiene el encanto de representar a la pareja de enamorados que buscan a su princesa como investigadores, como detectives que siguen pistas objetivas, basando su búsqueda en el conocimiento de los datos. Ser Jorah destaca en rastrear pistas. La encuentran, la ayudan, y Daenerys pone el punto emocional al darle de nuevo una orden a Jorah, una orden trascendental, que incumbe a Jorah y, además, a toda la humanidad, porque si existe algo de lo que Jorah no conozca la solución, ese algo debe ser buscado... así que Jorah inicia una nueva búsqueda, quién sabe si su camino le conducirá a Asahai.

Lo que está claro es que por momentos de este tipo da gozo ver la serie. Estos momentos emotivos, de los que es paradigmático el que ocurre entre Daenerys y Jorah, son pruebas de la grandeza de la serie, un motivo evidente de que la serie se mantendrá con vigor, enganchando a la peña.

Y una de las que más engancha es Daenerys. Es momento de analizar la gran ventaja que le han proporcionado los guionistas esta temporada.

Se hace con los dothraki tras un baño de fuego, entonces sube de nivel, lo que implica que, misteriosamente, adquiere la capacidad de comunicarse telepáticamente con sus Dragones... al menos esa es una explicación, porque no se sabe nada de cómo aprende a relacionarse con los Dragones.

Regresa a Meereen y la bahía está repleta de fuego y sangre, Drogon se pira como si nada, ella trama un plan. Salen a parlamentar mientras los barcos esclavistas mantienen el asedio, arrojando fuego sobre otra parte de la ciudad. En el momento preciso Drogon atraviesa la ciudad, justo cuando Daenerys ha dicho la última palabra alcanza a los parlamentarios y se pone a disposición de su Madre, como si hubiera pasado el resto de la jornada fumándose unos petas y bebiéndose unas birras, esperando la señal telepática de Daenerys. Ahora todo se puede resolver con la telepatía daenerysina, la cual es tan potente que alcanza a los otros dos Dragones. Les ha comunicado que deben seguirla y ellos derriban el muro de la mazmorra.

Luego ya, Dracarys. Con una palabreja basta para informar a sus tres hijos de sangre y fuego.

Ventajas.

Para concluir con las ventajas analizaremos a Jon Snow, que es el mismo que Jon Nieve.

Por supuesto, resucita. A Davos se le ocurre que Melisandre podría... y ale, metraje barato.

Más adelante llega el capítulo 9, la batalla de los bastardos, el capítulo caro y espectacular con que nos acostumbran los productores, donde Jon no está exento de estos privilegios que obtienen los protagonistas. Los minutos 48 y 49 del episodio son clave. Pero antes de llegar a ellos situemos la acción.

Desde que comienza la batalla lord Bolton lleva la delantera táctica, la dirección y el montaje se ha centrado en resaltar la mala situación en que se encuentra el ejército de Jon Nieve, principalmente a base de escenas en las que el propio Jon las pasa canutas... parece que no hay escapatoria... la muralla de escudos del ejército de lord Bolton cerca al ejército de Jon.

Entonces amanecen los minutos 48 y 49. Durante ellos la caballería del valle de Arryn rompe con soltura la muralla de escudos... a la sazón el gigante adquiere habilidades extras para ayudar a Jon Snow... así, pum, de golpe y porrazo.

Para empezar adquiere inteligencia, se hace con un escudo y lo usa como arma, con lo que puede destrozar enemigos en grupo, cosa que hasta el momento no había hecho, sino que se había limitado a desmembrar enemigos de uno en uno... ¿no sabía el gigante que iba a una batalla y portar un arma propia es lo que se suele hacer en esos casos? Ahora lo sabe... aunque bueno, ya lo sabía... estuvo en Casa Austera... pero, ea.

Acto seguido el plano nos muestra que Jon y el gigante están separados por una distancia considerable y percibimos claramente que entre ellos hay mucha gente de su propio ejército. No obstante el gigante ha adquirido la habilidad de la levitación, por lo que le resulta sencillísimo trazar una línea recta con el único propósito de situarse a la vera de Jon Nieve, puesto que no debe entretenerse en esquivar a los colegas de su ejército para no pisotearlos.

Ya está el gigante junto a Jon. Tormund acude también en un instante, pero no añadiremos nada más porque, bueno, al fin y al cabo el cómo y cuándo acuden los personajes es lo de menos. Lo relevante es que está reunida la trinidad.

El padre (el ancestral y poderoso gigante), el hijo (Jon el renacido) y el espíritu santo (Tormund el follador trascendental).

Entonces Bolton se retira tras intercambiar una miradita con Jon, que sale de plano para dar a entender que va a por él. Un plano de Sansa oteando la situación y ya está Jon corriendo hacia Invernalia.

Sin embargo, Jon ya no es Jon, es parte de la trinidad, y la trinidad debe cabalgar unida. Por eso el gigante ya no es el gigante, una nueva habilidad lo ha transformado en un jugador de baloncesto que corre en plan ganso, algo cansino, como si no pudiera ir a tope, sino tanteando el terreno, pese a que vimos en el capítulo 9 de la cuarta temporada, el de los vigilantes del muro, que los gigantes corren erguidos en plan atleta, de manera que con sus amplias zancadas se desplazan más rápidos que los humanos.

Después el gigante derriba la puerta mientras desde las almenas lo llenan de flechas. Aquí acaba la ayuda del gigante a Jon, porque lord Bolton le clava una flecha en el ojo que lo paraliza. La puntería de Bolton es fina, muy fina, pero eso ya no importa porque Jon ha entrado en Invernalia, lo que implica que Bolton debe ceder a sus encantos y comportarse de manera simple. El guión lo dice así. Por tanto, Bolton, de repente, es imbécil y ha perdido su mala idea, no es capaz ni de defenderse, es como un niñito tonto... a Jon le basta con un escudo para vencerlo... sencillamente lastimoso.

Jon llegó, vio y venció.

La simplería es todo lo contrario a una ventaja... es una desventaja recurrente de los enemigos que se hallan cerca de la muerte.

El gorrión supremos también se comporta de manera simple cuando Margaery le avisa del peligro que corren en el septo, no es capaz de reflexionar y salir de su mundo fanático para ver las cosas de otra manera. Los asistentes son retenidos por la fuerza pese a que los acontecimientos no se estaban desarrollando por los cauces preestablecidos... faltaba la acusada Cercei.

Para colmo, tras la explosión nos enteramos de que Cercei ha secuestrado a la septa Unella, aquella que le tocó los pezones con lo de «confiesa, confiesa... vergüenza, vergüenza»... nadie se ha enterado de eso, el gorrión no sospecha nada, nadie le ha informado... la legión del gorrión puede hacer caer imperios, pero no se enteran de la misa la media.

Y ya está, hasta aquí mi análisis... la temporada ha concluido... han perecido unos cuantos personajes y van quedando los esenciales.

Porque, vayamos al grano con las conclusiones, la serie tiene demasiados personajes como para ser sencilla de comprender. Los guionistas han tenido que recortar y concentrarse en las tramas de los personajes protagonistas. Con este talante, los personajes secundarios han ido apareciendo y desapareciendo. Por ejemplo Rickon Stark estaba olvidado... reaparece esta temporada para no decir una palabra, habla menos que Osha la salvaje... dos personajes que no pueden durar mucho, no tienen ventajas.

¿Qué cosas destacar de esta temporada?
1. Sale Ian McShane... y renace El Perro.
2. Daenerys voceando a los dothraki subida en Drogon.
3. La rayada de Hodor taponando la puerta. ¡Hold the door, copón! ¡Jandemor, no puedo! ¡Que sí puedes chorra, tu hold the door! ¡Odo, hold the door! ¡Hodold the door! ¡Hodor!

Hodor desaparece... no obstante, no muere en vano, se abren las posibilidades y el misterio alrededor de los poderes de Bran, ya que el joven Bran Stark ha intervenido de alguna manera en el pasado, propiciando el trastorno del joven Willis, nombre original de Hodor.

¿Hodor será la excepción y Bran no podrá modificar el pasado de ninguna otra manera? ¿O podrá interactuar en determinados momentos, como con el Rey de la Noche, que lo toca y lo encuentra? ¿O dará lugar a un final como el de Los caballeros de la mesa cuadrada, la peli de los Monty Python?

La temporada había iniciado el problema en el capítulo 3, perjuro, cuando Bran llama a su joven padre tras el combate con Arthur Dayne, ya que la voz de Bran consigue que Ned se gire, aunque no lo vea. Sin embargo Brynden, el cuervo de tres ojos, le ha estado insistiendo durante sus excursiones al pasado en que no puede intervenir en lo que ya ocurrió... no obstante, Bran interviene en el capítulo 5, el portón... de alguna manera mágica el Stark tullido participa para que Willis se convierta en Hodor, no se sabe cómo... hay debate... cada espectador lo interpreta de una manera... ¿es el destino cumplido?, ¿es el pasado ya escrito?, ¿es una pirueta de las dimensiones espaciotemporales?

El caso es que la escena de Hodor sosteniendo el portón le parece espectacular a la mayoría... efectivamente, lo fue... y, por lo que sé, parte del montaje de la escena fue llevado a cabo por gente del centro de $$$paña, en los madriles.

Pero retornemos a la escena de Arthur Dayne y desmenucémosla para apuntillar la cuestión principal de la presente entrada: la serie es bazófica y barata porque resuelve la cosas sin fuste.

En esta escena vemos que Ned Stark está buscando a su hermana acompañado por cinco colegas. Los seis son guerreros que han apoyado al usurpador Robert. Guerreros que se juegan la vida en cada batalla. Por tanto, los seis deberían ir con sus mejores galas guerreras, correctamente abroquelados. No obstante, percibimos claramente que únicamente uno lleva casco, es un casco barato, pero al menos es un casco, otro luce una especie de turbante y los otros cuatro, incluyendo a Ned y Howland Reed, llevan la cabeza completamente descubierta.

Comienza la lucha y Howland se lanza al ataque con su espada y punto, no casco, no escudo, no dos armas. Inmediatamente es herido con un tajo en el torso y observamos la carne de Howland, no porta armadura, ni cota de malla, ni coraza.

Pero, ¿no le dijo El Perro a Sansa, en el capítulo 9 de la segunda temporada, Aguasnegras, que el mundo estaba construido por asesinos? ¿Qué tipo de asesinos van a las batallas con sus peores galas, sin escudo ni armadura, quedando a merced de una desmandada flecha... o de una emboscada de cabreros?

Con estas trazas, estos seis caballeros podrían ser derrotados por un grupo reducido de cabreros que les lanzaran piedras con hondas en una emboscada... de modo que los reinos no los gobernarían los lores y sus leales caballeros, sino los cabreros, que no necesitarían acero para derrotar a los mandamases.

Por otro lado surgen otras preguntas. ¿Por qué Ned no desenvaina Hielo, el espadón familiar de acero valyrio? No sé. ¿Arthur Dayne se llama la Espada del Alba porque tiene la costumbre de clavar su espadón en el suelo para que se vea un Sol amarillo en su empuñadura? No sé, pero por la serie se conoce que no es su espada exclusiva, tiene otra que maneja igual de bien.

Pero esto son preguntas de rizar el rizo demasiado... el tema principal es que el guión dictamina que la dinámica de la serie fluctúe... de vez en cuando los caballeros de la serie acuden a las batallas decentemente abroquelados, al menos con casco y coraza... pero otras veces lo que prima es la estética, o que se distinga bien a los personajes que pelean... o, ¿yo que sé?... la verdad es que no sé de qué me sorprendo después de ver a Ramsay luchar contra los Hijos del Hierro a pecho descubierto en la temporada 4... ¿qué armadura puede ser más barata que la piel del propio actor?... ¿qué importa una armadura cuando se cuenta con las ventajas que otorgan los guiones?


PD I: ¿Y Tyrion? En la 5ª temporada fue conducido a Meereen de manera deplorable, derribando a su captor con un tirón a la cadena y pateándolo. Todo en plan muy barato y muy rápido, excepto la escena de los Hombres de Piedra, que tuvo algo de miga, aunque tampoco es que fuera cara: dos protagonistas, Tyrion y Jorah atacados por unos tipos disfrazados cuando viajaban en una barcucha. La cuestión es que esta temporada explotan su lado diplomático y político, esto es, el lado barato: unos paseos, unos diálogos y unas putas en una estancia cerrada. Poco más. Únicamente una escena con los Dragones... después de desencadenarlos y no sufrir daños el tío pasa de ellos... después de inicar la serie con un Tyrion intelectual que lee sobre Dragones... de pronto, Tyrion conoce a los Dragones y acto seguido los ignora... les coge miedo en lugar de cariño... ¿o esto será una elipsis y en la temporada siguiente sabremos que Tyrion ha pasado tiempo con ellos?

PD II: La ventaja del teletransporte que le otorgan a Varys en el último capítulo es excelsa... este personaje es importante de cojones... aunque no tenga.

PD III: Quiero despedirme con Tommen porque cuando se suicida me acordé de Delitos y faltas, la película del gran Woody Allen. Tommen Baratheon, primero de su nombre, se retira la corona y desaparece del plano, entonces transcurre un lapso de tiempo en el que se toma un momento para escribir una nota: «He salido por la ventana.»

2 comentarios:

  1. La cuestión está en la elipsis, ahí te has acercado a una crítica objetiva, la elipsis. Los guionistas de Juego de Tronos son tan vanguardistas que han decidido que todo lo importante y la acción ocurran en la imaginación de los telespectadores, dando algún capítulo de muestra para que la gente no se pierda.

    Un buen análisis, la verdad, poco tengo que añadir. Sólo una cosa, para mí los mejores personajes de los libros son Varys y Tyrion, por su inteligencia, su personalidad y, sobretodo, por sus ingeniosas conversaciones llenas de ironía. Se podría decir que en la serie esto lo tenían claro en las primeras temporadas, al menos durante las innumerables escenas de conversaciones en escenografías cerradas, sus diálogos sobresalían por encima de los demás. En las últimas temporadas pero, sobretodo, en la última, se podría decir que sus conversaciones los equiparan al resto de los mortales, que es decir bastante poco. "Bebo vino y sé cosas" ha pasado a la posteridad con camisetas y todo y, en fin, me parece que demuestra la calidad del público al que va dirigida la serie que encuentra en esta frase una gran genialidad que no es más que un chiste superficial (propio de nuestros tiempos). En fin.

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  2. Ese Josep! Gracias por tu comentario! Efectivamente, últimamente, tanto los diálogos de Tyrion y Varys como la serie en general, se equiparan al resto de mortales.

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